Contémplate en tu vida paralela,
en la cortina de agua del día.
La mano que no cogiste,
el beso que te robaron,
los verás.
Ayer paseaba con una extraña
y vi a mi yo ajeno real
escondido tras un árbol;
espiándonos celoso,
iracundo.
Pero su odio se transformó en risa
cuando, en mi pecho de holograma, ella
clavó su garra con ansia
y sacó una bolsa púrpura,
paralela.
Noté en el aire el dolor flotante
que me ahorraba, tras el árbol.
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