Se retaron el Té, el Sol y la Muerte.
Me nombraron juez en su justa abstracta
y no supe qué decir.
Observé la tarde a través del vaso,
entre vaivenes de sangre cobriza,
como un telón burbujeante.
La mano huesuda lanzó los dados,
el ojo celeste abandonó
y silbó el agua hirviendo.
- ¿ Qué queréis que os diga ?, respondí.
Sólo quedamos el líquido y yo ,
contestó la calavera.
Y fue tan amplia su sonrisa
que sus dientes salieron disparados
y lucieron en el cielo.
Contemplé, triunfante, la bolsa fría
acurrucada en el fondo de vidrio
y dormí como un chamán.
Me nombraron juez en su justa abstracta
y no supe qué decir.
Observé la tarde a través del vaso,
entre vaivenes de sangre cobriza,
como un telón burbujeante.
La mano huesuda lanzó los dados,
el ojo celeste abandonó
y silbó el agua hirviendo.
- ¿ Qué queréis que os diga ?, respondí.
Sólo quedamos el líquido y yo ,
contestó la calavera.
Y fue tan amplia su sonrisa
que sus dientes salieron disparados
y lucieron en el cielo.
Contemplé, triunfante, la bolsa fría
acurrucada en el fondo de vidrio
y dormí como un chamán.
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