martes, 4 de enero de 2011

FIN

Revolotea triste el porvenir,

como una mariposa de alas grises

chocando con las paredes del cuarto.


Deja que tus textos se desintegren

o no vivas para poder contarlo

cuando los veas brillar en lo oscuro.


La epopeya de tu vida en silencio,

masticando la sombra agazapada

y tan incompleta y adolescente.


No se abrirán ventanas en el techo

para que dejes escapar tu mente

cuando el cielo caiga hecho pedazos.

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