alma serena.
Fotografías
de mi entrepierna
en tu cabeza
se te revelan."
En el jardín
crece maleza.
Corro de niños
sobre la acera.
Cantan canciones
ante su puerta:
- ¿Quién en la casa
mora o se hospeda?.
Una pequeña
da la respuesta:
-El del sombrero
que nos molesta.
Coge su guante,
está en la mesa.
Sin sus cuchillas
pierde fiereza.
Somos pequeños
y nos aterra
entrar adentro.
-¡Corred!, ¡se acerca!.
Huyen los niños
y en mi torpeza
quedo enganchado
contra la cerca.
Pero despierto
sobre la arena
en una playa
blanca y desierta.
"Sigue soñando,
esto no cesa.
Un cementerio
es tu cabeza."
Entre las olas
surca una aleta,
cinco navajas
como peinetas
que entre los dedos
se balancean.
"Sigue soñando,
con tu pereza
cocino pizzas
de almas en pena.
Mis quemaduras
son como muescas,
por mis pecados
me fueron puestas.
En mis dominios
ya no hay respuestas.
Pierdo mi reino
si te desvelas.
Sigue soñando,
tú me la pelas."