martes, 4 de enero de 2011

ROBARÉ EL TIEMPO

Robaré el tiempo

para que no lo encuentren

y sentado junto al mar

veré, quietas, las olas.

Ya nada me importará

y cuando me pregunten,

señalando al poniente,

no diré nada.


Sin movimiento.

Cielo gris y mar verde

sólo delimitados

por un segmento de luz,

desde el agua a las nubes.

Escalones dorados

van del cristal al mármol.

Nazco en la tarde.

9 comentarios:

  1. Me paro acá para escribir un par de letras porque, para mi, son tan extraños los verbos en futuro!

    Mucho, muchísimo trabajo de tu parte... Creo, definitivamente, en los que modelan la realidad con palabras.

    Hola buzo!

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  2. buzo a Julieta: ¡Qué hay, Julieta!. ¡Vaya calor que estáis pasando!, ¿eh?. A nosotros no nos toca hasta mayo-junio. La temperatura es fría y agradable ahora, al menos a mi me gusta. Las primaveras y los otoños están desapareciendo y parece que sólo hay inviernos y veranos en Sevilla.
    Estos poemas los tenía en Libro de Arena pero me los trataron muy mal los administradores, me los borraban o los convertían en prosa poética. No podía agruparlos, así que me los traje hasta aquí. Tengo que escribir nueva poesía, ya toca, pero es un proceso que, como bien sabes, va despacio. Hace tiempo que no escribo poemas. Espero el momento.
    ¡Un saludo y gracias por tus lecturas!. Miro la azotea de tu casa desde la mía con un telescopio especial, o lo que es lo mismo, te sigo, je, je. ¡Vivan los voyeurs literarios!.

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  3. Pues yo creo, Buzo, o al menos es lo que he experimentado, que cuando uno piensa que no es el momento de algo (y me refiero al hecho de escribir, que es lo que siento como eje de mi vida) suele dar un resultado sorprendente el arrancar con una frase, la que sea y – preferentemente – la que desde la razón o la lógica más rechazarías.
    Con “frase” puedo estar queriendo a lo mejor decir un par de palabras y, desde ahí, sin llevar ninguna idea prefijada en mente, continuar sin pretender arrastrar en la memoria nada más que la última palabra escrita, sin mirar el papel (“papel”, claro, “pantalla”).
    Y no parar, no detenerse a reflexionar lo lógico o ilógico de qué estarás escribiendo sino, tan sólo, a buscar la palabra que ya por su longitud, o por su sonoridad, o por su cadencia o por la sensación que te sugiere es la que “tú” entiendes ha de ser casi forzosamente la siguiente.
    Al proceder así uno rompe su propio esquema, el molde de su pensamiento, y cuando al cabo de unos minutos levantas la vista y miras qué has escrito puedes quedarte sorprendido al contemplar algo hecho por ti, que tú has “parido” sin haber sospechado antes que estuviera ahí.
    Yo lo hago muchas veces. Cuando levanto la vista tengo, sí, que arreglar erratas y hacer alguna pequeña modificación.
    Y disculpa que te de estas explicaciones, como si no entendiera que cada cual tiene sus propios trucos y sus propios mecanismos y sus propios recursos; tan sólo te los comunico porque son los míos, los que conozco por mí misma, y creo que todo cuanto se puede compartir es una forma de abrir ventanas para otros…
    En mi opinión – verás que me encanta “filosofar” – la literatura, a las alturas de civilización y de progreso a las que estamos, no ha evolucionado en la medida en que han evolucionado otras manifestaciones del arte. A la literatura se le sigue exigiendo (o esperando de ella, al menos) que sea descriptiva, secuencial, y que nos cuente lo que de alguna manera ya sabemos.
    ¿Por qué lo que se acepta en pintura, o en música, o en escultura, no suele tolerarse en la literatura?
    Tenemos, entre todos los que amamos (puede sonar cursi eso de “amar”, pero es como lo siento) la literatura, que derribar las murallas y los corsés que la encarcelan.
    ¿Te he largado una monserga?
    Venga, un saludo.

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  4. Me termino de dar cuenta de una cosa muy curiosa. Tú estás en Sevilla y yo estoy en Madrid. El comentario anterior te lo he puesto a las 23:04 y sale sin embargo reflejado a las 14:04.
    Exactamente nueve horas menos.
    Me tiene intrigada.
    Ahora mismo en mi ordenador son las 23:12

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  5. Buzo a áfrodita: Para nada me sueltas ninguna monserga, al contrario, disfruto mucho con tus comentarios. Esta conversación escrita que mantenemos no se puede tener con cualquiera que no sepa lo que es ponerse delante de un folio en blanco. Por eso me gusta que comentes, porque tú también amas la poesía y sabes de lo que hablas.
    Esa forma de escribir poesía que mencionas la he notado en tus textos, son como pequeños eslabones de una cadena que tú armas, pero al final veo que todo guarda una cierta conexión, aunque aparentemente no la tenga, aunque no sea lógica... Hablo de musicalidad, de ritmo,... está bien, es muy interesante lo que dices.
    Tengo por ahí un poema más experimental, más ilógico, titulado "Garganta profunda" que algún día subiré. Lo escribí en un momento, guardando un cierto ritmo en las frases y dejando libre el subconciente,... sin ver claramente a dónde quería ir pero consiguiendo un resultado final. Superó la prueba y lo dejé tal cual. Siempre dejo los textos en barbecho un día y tras leer lo que escribí la noche anterior, decido si corrigo o no.
    Mis poemas siempre parten de una idea, al menos lo he hecho así hasta ahora, pero nunca esta idea es completa, la decido mientras voy escribiendo, con lo cual, combino ambos métodos.
    Con el método que utilizas salen las palabras a borbotones y eso crea un ritmo particular que le da sentido o que resulta, al menos, llamativo. Comenzando una frase con la palabra que cierra la anterior, o con una palabra que contengas las consonantes de la última palabra anterior,... no sé si me estoy equivocando pero creo que entiendo lo que dices.
    En realidad yo creo que la experimentación no se acepta de manera general en cualquier disciplina artística, salvo por el público entendido, porque todo el mundo quiere buscar una razón en lo que ve, lee, escucha... Me estoy acordando del cine menos comercial de David Lynch, "Carretera perdida", "Cabeza Borradora"... que nadie entiende salvo él pero que a mí me llama la atención. En música tienes a gente que experimenta con el ruido, los sonidos cotidianos y que tampoco es entendido o apreciado. Todo el mundo piensa que no saben tocar,je,je
    En narrativa siempre ha habido una especie de enfrentamiento entre realismo descriptivo e irrealidad, y también hay personas que están enmedio. A mi me gusta combinar ambas tendencias u oscilar de una a otra. Por supuesto todo es reivindicable.
    Para escribir poesía tengo que tener un estado de ánimo determinado, favorable a recibirla, por decir algo; aunque es verdad, forzando también sale.Pero para mi manera de escribir prefiero acumular ideas, esperar y ponerme a improvisar partiendo de esa idea general, y el resultado de esa mezcla me parece curioso.Incluso lo que aparentemente es descriptivo es algo irreal porque estoy intentando expresar algo más profundo. Lo simbólico me gusta mucho. Lo que mencionas de empezar a partir de algo lo hago en prosa, pero incluso ahí parto de una idea.Para mí lo ideal es combinar, u oscilar de un extremo a otro
    Lo que mencionas de la hora es algo rarísimo...
    Algún fallo tecnológico de la página será... Un salto temporal retroactivo tal vez, je, je. ¡Un saludo!.

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  6. De todas formas no me hagas mucho caso porque ni yo misma soy del todo fiel a mis propias afirmaciones. Hay veces que utilizando un criterio que me creo haber comprobado que funciona resulta que no sale o no ayudaría, ni tan sólo, a elaborar la lista de la compra...
    Pero me gusta estar alerta, lista a atrapar lo que después de mucha espera tenga a bien venirme a la cabeza.
    Hará cosa de un mes caminaba por la calle y me vino una frase que me pareció buena, que podía darme mucho juego, y me comía las uñas de impaciencia porque no tenía con qué ni dónde apuntarla y temía que se me olvidase...
    En cuanto llegué a casa (ya sí que no recuerdo que frase era) me abalancé como una posesa a apuntarla y terminó saliendo un "silogismo" con ella.
    No sé como tuve ese despiste; suelo llevar una libretita y un bolígrafo, y pararme a hacer mis anotaciones aunque sea en mitad de un semáforo.

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  7. Buzo a Afrodita: Yo he llevado alguna vez libretas pero prescindí de ellas por rarezas mías, para potenciar la memoria o algo así, ¡ya ves tú!, je,je. Es una especie de gimnasia mental que hago de vez en cuando. Prefiero llevarlas en la cabeza, aunque sigo apuntando cuando llego a casa. Ahora tengo tres esbozos de cuentos guardados en el melón. Pero claro, las frases es mejor guardarlas por escrito por que se memorizan menos que una idea general.
    Cualquier método es bueno, pienso. Y combinarlos o quedarte con el que te guste. Lo bueno de esto es que no hay reglas. Tú decides.
    Desde luego el que no tiene ni idea es el que te ha dejado un comentario en tu blog diciendo no sé qué de perder el tiempo porque no entendía tu escritura. No sé si lo he leído en tu blog, creo que sí. Él sí que pierde el tiempo. Tú no, tú creas. Cuando uno dedica parte de su tiempo a escribir algo tan poco valorado como es la poesía merece por lo menos respeto. La poesía, la narrativa, los montajes fotográficos, lo que sea... Domar el impulso creativo que uno siente y plasmarlo en algo es muy gratificante, es una de las cosas más grandes que hay... Cuando uno encuentra a una persona con inquietudes hay que animarla no ponerle peros ni pegas basadas en una falsa idea sobre lo que debe ser, por eso no me gustó ese comentario que te dejaron y otros que veo en otros blogs. Tú sigue adelante...
    ¡Un saludo!.

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  8. Pero con esos comentarios que tú dices, Buzo, los que contienen crítica o desaprobación, hay que contar, y no pasa nada.
    Además, ¿cuántos de tantos artistas que terminaron por resultar grandes no fueron minusvalorados y aun denostados en su tiempo?
    Los que creamos, los que tenemos algo en la cabeza tenemos también la obligación de no achicarnos ni amilanarnos; no por prepotencia o vanidad, claro, sólo porque ningún momento de la historia ni todos los expertos que puedan juzgarlo están en posesión de ninguna verdad incontrovertible ni universal.
    ¿Quién puede saber qué será valorado dentro de...trescientos años?
    Uno ya no obtendrá un beneficio material de ello; pero... ¿qué es nada material al lado de la inmortalidad?
    Lo digo absolutamente en serio.
    Un beso

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  9. Buzo a Afrodita: ¡Está claro!. Hay que contar con esas críticas pero siempre que no partan desde la ignorancia sobre algo, y no hablo de ser una eminencia en la materia. A todo el mundo no nos puede gustar lo mismo. Acepto que a alguien no le guste lo que escribo, eso lo acepto, pero no que me digan: pierdes el tiempo.
    A mi me gusta leer las críticas a las obras literarias, musicales,... es una especie de ejercicio de escritura que me gusta. Es necesaria la crítica y los expertos. Por supuesto hay una crítica más expontánea de aficionado que también me resulta simpática. Acabamos aprendiendo sobre lo que nos gusta y emitimos juicios sobre lo que nos gusta o lo que no, estamos en nuestro derecho, pero no desanimemos a nadie y valoremos la labor que hay detrás. En fin, la historia no ha cambiado en estos miles de años ni lo hará tampoco en adelante. Si Baudelaire o Becquer vieran sus obras mencionadas en los libros escolares o en las bibliotecas se partirían el culo.
    Pero a pesar de eso puede que yo también caiga en la trampa o no, creo que no. Alejandro Sanz, Bisbal, por favor. Por el bien de la humanidad y la deteriorada salud mental de los que compran vuestros discos, dejad de "crear". Os lo digo con la sabiduria de aficionado en contínuo aprendizaje que poseo o voy atesorando sobre creación artística. Por poco que sea. ¡No estaféis más a la gente!.¡Un poquito de por favor, que no os hace falta el dinero!. ¡Por vergüenza torera!. Retiraos!. Perdéis el tiempo. Carecéis de talento.
    ¡Un saludo!.

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