Celebremos nuestro encuentro.
La noche nos es propicia.
Vasos comunicantes en el cielo
son las estrías de la oscuridad,
un paquete de tizas nuestras manos.
Caminemos por las rampas de luz
recién abiertas y frescas,
ojos de gatos efímeros
que en el armario nocturno
cuelgan de perchas aéreas.
Elevo al cielo mi rostro de esfinge.
Ciclón de temperamentos
tu color y mi dolor,
simulan con una sonrisa
la derrota de la pluma apagada.
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